jueves, 23 de agosto de 2012

El peligro de inventarse personajes

No soy amigo de los programas realitie, o reality, o como se escriba. También soy claro al decir que tengo pocos insumos para opinar al respecto. Me vi uno, el primero, ese que ganó un mecánico rasta en una isla. Y creo que parte del primer Protagonista de Novela. De resto, nada, es decir, mi crítica no es desde lo argumentativo sobre tal formato de TV. De hecho la empresa para la que trabajo ahora lanzó un programa de este estilo.
Sin embargo, no deja de causar preocupación lo que pasó con este muchacho Óscar de Protagonistas de Novela. Y no lo digo por lo sucedido, lo de la crisis de nervios, el intento de suicidio y la amenaza con un arma cortopunzante a otro concursante, según cuentan algunos sitios.
Mi inquietud es sobre la responsabilidad de la empresa de televisión que se encarga de la producción. ¿Le cabría un juicio de responsabilidad no sólo moral, sino civil y hasta penal, por lo sucedido?
Vamos por partes. Saber que este muchacho, por su origen, personalidad, evidente afán de protagonismo, sería un personaje complicado y riesgoso de controlar, era evidente. No había que ser psicólogo para darse cuenta, durante la prueba de ingreso, que el man estaba rayado. Y allí viene lo grave: lo escogieron por eso mismo. Sin duda para la producción, esa personalidad encajaba perfecto con la receta.
Lo que sé de ese muchacho lo leí en medios como Kienyke. Alguna vez lo vi unos minutos, cuando mi esposa (creo que por fastidiarme en una discusión sin importancia) me quitó el control del TV y sintonizó el programa.
El juego con lo emocional no tiene límites en esos programas. Acá le llevaron al papá, cuando lo eliminaron del show. Hay rumores que dicen que luego de esto intentó suicidarse. Foto tomada de Kienyke.com

Lo triste y aún mas desolador es que Óscar es precisamente una creación de esa mala TV. No me refiero al Óscar enfermo de hoy, el hospitalizado. Aludo a esos jóvenes en nuestras ciudades y provincias que han sido criados por las novelas, programas insulsos, con valores sociales débiles, de sueños banales, con figuritas de papel que giran en torno a la belleza y la fama, la pataleta y la idea de que de esa manera se logra el éxito, la plata y la oportunidad de trasgredir lo establecido, por 'ser famosos'.
En Colombia, en nuestros pueblos, hay miles de Óscar. Hombres y mujeres que sueñan muy en serio con lograr esa promesa de éxito y felicidad que les ha construido la paupérrima TV nacional 'de entretenimiento'.
Claramente por eso este muchacho es como es. Frágil, agresivo, inestable emocionalmente, luchando a diario por crearse una personalidad que sigue a medias, combatiendo (con los valores que ha visto en sus novelas) con las adversidades sociales, con la socialización misma. Estoy seguro que un análisis sicológico a Óscar arrojaría resultados reveladores.
Este caso, ojalá me equivoque, se le saldrá de las manos a la empresa productora. Jugar a inventarse personajes, esta vez, les desbordó los planes. ¿Qué pasaría si, Dios no quiera, la historia de este muchacho termina en tragedia?
Algunos dirán que no. Que el raye de personas como Óscar no pueden ser achacado a la TV y su contenido. Pero desde mi óptica, creo que sí es así, por lo menos en una porción importante. No por nada se ha armado semejante polémica en torno a series como la de Escobar, que muy bien hecha, actuada y producida está, pero de valores éticos y morales para los más jóvenes, pocón.
Es triste verlo de esta manera. Lastimosamente seguiremos así. Con una TV formando a 'Óscares', los cuales, en su momento y cuando lo necesite, usará para seguir alimentando su triste fábrica.

jueves, 2 de agosto de 2012

Mi cuarto aniversario en Twitter

Según el servicio de Tweenfo (www.tweenfo.com) fue el primero de agosto de 2008, casi a las 11 de la noche, cuando creé mi cuenta de Twitter, salí del cascarón (ahora entiendo lo de los avatares de 'huevo' para los primíparos) y emití mi primer trino.
No recuerdo ese primer trino. Tampoco se puede recuperar. Para personas que hemos trinado mas de 3.200 veces, que es el límite que el servicio tiene para la consulta pública de su base de datos, no es posible ir hasta allá. Si usted está en ese rango de los 3.200, podrá hacerlo en servicios como www.mytweet16.com.
Lo que sí recuerdo es el 'amor a primera vista' con esta herramienta. Y como en todo proceso de enamoramiento, 'algo' le vi, 'algo' me cautivó. Estábamos en ese año en una época en la que el chat, la mensajería instantánea, era el medio de comunicación de la sociedad digital.
En palabras claras, la herramienta con la que perdíamos el tiempo era Messenger. Y en Facebook (el 31 de julio de 2007 abrí mi perfil).
También recuerdo que me demoré en escoger mi arroba, mi apodo. Y la elegí con el 'tecno' porque decidí que mi Twitter iba a ser meramente informativo sobre el tema que me apasiona: la tecnología.
Y así fueron mis primeros trinos. Una titular noticioso y un enlace a un 'app' o sitio web, de los que recomendaba en la revista Enter, en la columna del 'Dr Enter', cuando trabajaba en dicho medio.
Me prometí no trinar pendejadas, diferenciarme de, en su momento, el incipiente escenario en donde los "tengo hambre", "voy al baño" y "este es mi almuerzo", abundaban.
Obvio sucumbí y me volví tan banal como los demás, siguiendo precisamente la esencia apasionante de esta red que sobrevive y se empodera, precisamente, de esa condición básica humana de compartir, hablar, comunicar, etc., desde lo mas critico y serio, hasta la tontada mas insignificante.
Recuerdo que @hyperconectado tenia 800 followers, @Solano menos, pero crecía vertiginosamente, @diegocambiaso era otro de mis referentes, junto con @guapacho y @patton.
Mi Twitpic sí lo pude consultar desde el comienzo. Ver esas fotos me devuelve en el tiempo, me llena de mucha nostalgia, como me emociona saber todo lo que dicho y he callado en Twitter, una red de la que nunca me despegaré (espero), para seguir aprendiendo y disfrutando.
Finalmente: por qué digo que Twitter era chévere hace tres años? No se. Nostalgia tonta, tal vez.

miércoles, 11 de julio de 2012

Mi historia de amor con Santafé


No soy de esos hinchas que tienen en claro fechas, nombres de jugadores, o de los que recita alineaciones exactas de la 'época dorada' del equipo. Pero soy santafereño. Diría que de los clásicos-ortodoxos. Y para ser ese tipo de hicha santafereño se deben cumplir varios elementos: sufrir con abnegación con los resultados. Buenos o malos pues, por lo general, Santafé logra sus victorias de manera sufrida, en los últimos minutos, cuando ya no quedan uñas y los músculos perineales ya no dan mas. El santafereño ortodoxo no maldice o insulta a la institución. Critica, como todos, a sus jugadores y técnicos, pero nunca irrespeta al equipo. Lo que se ama no se hiere.
El santafereño ortodoxo-clásico odia con devoción a millitos. Es un odio curado, constante, profundo, persistente, del bueno, como un buen whisky, añejo y muy fino.
También es un hincha que va al estadio sagradamente, que lo escucha por radio cuando va de visitante. En mi caso personal debo confesar que el estrés me invade de tal manera, me da taticardia, me cambia el genio, sufro de ansiedad previa al partido, que por salud (y gracias a un TV LED de 55 pulgadas y Directv HD) he optado por verlo desde la comodidad de mi casa de unos meses hacia acá.
El santafereño ortodoxo ha llorado por su equipo. De alegría pero sobretodo por impotencia y rabia. La última vez que lloré en el Campín fue por un 1-4 que nos propinó el DIM en un partido clave para entrar a cuadrangulares. ¡Qué falta de garra la de esos pechofríos en ese partido! (Otra palabra que el hincha ortodoxo-clásico apropia y comprende: garra). Lloré en 1996 cuando jugamos el paso a la final de la Conmebol frente al Vasco da Gama del 'animal' Edmundo. Nos fuimos a penales. Dudamel tapó al displicente brasileño el primer cobro, el estadio estalló en emoción, se apagaron las torres... volvió la luz, ganamos... mucha emoción junta. 
Finalmente, el hincha ortodoxo-clásico ha heredado de su padre la pasión por el rojo. A mi me tocó además hacer el curso como es, sufriendo. Pasé mi infancia y adolescencia en El Espinal, Tolima, por labores de mi padre. En esa década ochentera, nos tocaba ir a ver a Santafé a donde más cerca nos quedaba: el Murillo Toro.
Camiseta, gorra y banderín con la imagen de Monaguillo, el león mascota de mi equipo, eran parte del ritual que nos llevaba los domingos hasta la capital tolimense. Y no teníamos un mal equipo: Carpene, Navarro Montoya (sí, el arquero colombo argentino), Batato Castro, Astolfo Romero, Umaña (quien fuera técnico del equipo años después), el palmero Morales (pata de la buena), Gottardi Cuero y Teglia.



Lo malo es que del lado pijao estaba nada mas y nada menos que el glorioso 'kokoriko Tolima' con figurones del tamaño de Víctor Hugo del Río (goleador histórico de ese equipo) a quien vi jugar en 1984. Claro, nos devolvíamos la mayoría de las veces con varios goles en el recuerdo, además de las rechiflas y burlas de los hinchas pijaos antes, durante y después del partido.
"Esto es ser hincha de Santafé, sufrir", me decía mi papá, imagino que al verme la cara de desazón luego de cada partido.
Luego vinieron los 90, épocas muy bonitas, de Tren Valencia, Checho Angulo, Freddy Rincón, Cañoncito hijo, Acisclo, Mondragón, Tilger, Ruben Darío... años más tarde Leider Calimenio (oh oh oh!), el calvo Pérez, Copete, gente que ahora nos tiene soñando con acariciar una séptima estrella.
Escribo este post antes de esos resultados. No se cómo nos vaya a afectar si quedamos campeones. Lo que sí se es que mi amor por esta camiseta no va a cambiar, pase lo que pase. Gracias rojo de mi alma.

martes, 10 de julio de 2012

El avión de Avianca...

Nunca he perseguido retribución alguna por mis quejas en redes sociales. A lo sumo, exponer la experiencia para el aprendizaje de los vinculados. Y esta queja no es distinta. Ni disculpas, ni plata, ni nada espero.
Estuvimos de vacaciones en Islas del Rosario con mi familia hace un par de semanas. Una oportunidad de tarifas que se alinearon nos permitieron tremendo destino. De regreso a Bogotá, mi cuñado entregó en el aeropuerto de Barranquilla sus maletas e incluso le ofrecieron que enviara la maleta que llevaba de mano, para que viajara más cómodo. Lo hizo.
Al llegar a Bogotá descubrimos que faltaba la cámara digital. Oh sorpresa, no sólo le abrieron la maleta en la que iba la cámara, sino una segunda maleta en la que iba, como no, el cargador. Hasta unas monedas que iban en ese bolsillo se llevaron.
Claramente se llamó de inmediato a Avianca a poner la denuncia. Aquí arranca la eterna lista de preguntas: ¿por qué no toman medidas inmediatas, si con seguridad el ladrón está en pleno turno en Barranquilla?


Se recibe la denuncia y a los días llaman a informar que no pagaban el equipo, por ser de valor y llevarse en bodega, pues está en la letra menuda, en las políticas de servicio, que es responsabilidad del usuario no entregar en custodia elementos de valor en su equipaje de bodega.
Graciosa respuesta. Aunque preocupante y no por el hecho de que no respondan (aunque si se entrega una maleta, es responsabilidad del transportador devolverla en el mismo estado y contenido al final del 'contrato'), sino por la triste desidia de la empresa por cortar de raíz el problema.
No llamen a decir "no le vamos a pagar", pues el valor del equipo no es el tema. Lo que uno espera  escuchar es "nuestros sistemas de seguridad y control detectaron al ladrón y hemos tomado las medidas", o algo por el estilo.
Mi experiencia con Avianca siempre ha sido buena. No me quejo, es mi aerolínea preferida, siempre lo ha sido, y en este impasse, no dejaré de usarla, aunque el dolor no se me pasará pronto.
Mientras llaman a decir que no pagan, por que además es su culpa de pasajero confiado, queda la sensación de que el ladrón, el avión de Avianca, sigue fresquísimo registrando y robando en otras maletas, con total impunidad.  ¿Acaso no entienden que cuando uno es víctima de robo, la principal preocupación es que se haga algo con el delincuente? Lo robado, robado está.
Bueno, mas o menos. Mi hija cumplió seis años durante las vacaciones y le preparamos un mapa pirata, escondimos su regalo, dejamos 'olvidada' una botella con el mapa en el mar, para que ella la encontrara. Su emoción, caras, gestos, durante la búsqueda del tesoro, y al llegar a la cabaña en medio de una piñata sorpresa con toda la familia, se fueron en esa cámara. El aparato, señores de Avianca, no vale. Por esas fotos y videos daría lo que fuera.
Disfruta de la cámara, avión. Espero que al menos te hayas enternecido con la cara de emoción de mi hija.

viernes, 22 de junio de 2012

Memorización: ¿enemigo natural de la globalización?


La sobreoferta de información hace compleja la creación de conocimiento.

José Carlos García R.

Es un hecho. En la era de la información y la multiplicidad de fuentes y medios, establecidos y sociales, la humanidad cada vez se sume en un escenario en donde la replicación de datos superpone a la creación intelectual.
Según un análisis de los expertos en fenómenos antropológicos de la comunicación, José Miguel Pereira, Director de la Maestría en Comunicación y coordina académicamente la Cátedra UNESCO de Comunicación; y Mirla Villadiego Prins, investigadora del departamento del Comunicación de la Universidad Javeriana, “vivimos un modelo educativo que privilegia la reproducción memorística por encima de la apropiación creativa del conocimiento”.
Ambos investigadores hacen alusión a la herencia del modelo educativo que, por siglos, nos ha llevado al aprendizaje por repetición. De hecho, como plantean en el libro ‘Comunicación, Cultura y Globalización’, los estudiantes presentan problemas para interpretar, contrastar y concluir, por lo que “en muchas oportunidades piden volver a las prácticas tradicionales” de medición por conocimiento memorístico.

El impacto de los medios sociales

En ese escenario, la globalización, apalancada en la explosión de información de los nuevos medios digitales y sociales, ha terminado por profundizar este fenómeno, generando en las audiencias una mayor lejanía e incapacidad a la hora de contextualizar y aprehender conocimiento.
Tal ambiente globalizado exige, por el contrario, precisamente de competencias de comprensión de los datos, pues “en la globalización se requiere de seres menos consumidores y más productores”, afirman los expertos.
La capacidad de comprender la realidad del entorno de manera contextualizada es la que permite la construcción analítica de conocimiento. De otra manera, el consumo pasivo de datos nos lleva a la incapacidad de diferenciar realidades propias, por encima incluso de información exógena irrelevante para la construcción de conocimiento local.
En tal escenario, la capacidad de contextualización se desdibuja desde la perspectiva localizada por una globalizada. 


miércoles, 20 de junio de 2012

El estilo Vladdo de hacer 'social media'...

Vladdo es un man pilo. La acidez y 'fino humor' de sus caricaturas son reflejo de una inteligencia y olfato especiales.
Sin embargo, su sentido de lo que es 'hacer social media' no es tan afortunado. Lastimosamente, Vladimir es una de esas personas que al menor comentario o trino contrario, crítico o burlón, decide bloquear al remitente.
¿Que eso es válido y si se le da la real gana hacerlo no hay por qué criticarlo? Cierto. Este señor fue víctima de lo que conocemos como 'matoneo' digital. Groserías, insultos y hasta amenazas lo agobiaron el año pasado hasta hacerlo cerrar por un tiempo su cuenta de Twitter. 
Hasta en El Tiempo, ese medio contra el cual destila bastante odio Vladimir (siendo que allí trabajó por varios años y del cual salió, dice él, por "censura") publicó la noticia de su decisión.
Sin embargo, en mi humilde opinión, me parece raro, por usar una palabra aproximada, que una persona que se dedica a la crítica ácida, burlona y humorística, propias del género de la caricatura política, se moleste por aquello que precisamente hace tan bien.
Las menciones estarán siempre ligadas al tipo de contenido que compartes. Y si hablas de política, violencia, partidismo, expresidentes, etc., pues claramente tendrás que 'socializar' con personas que también tienen una opinión al respecto.
Coincido con las palabras de Vladdo cuando cerró su cuenta: "Ya no se podía discutir con decencia. Cuando se pasa a las amenazas, a la intimidación, al insulto y a palabras de mayor calibre, ya no tiene sentido". En esos escenarios, yo también bloqueo.
Pero, ante una crítica decente, una observación de su trabajo, Vladimir opta por lo mismo, bloquear.
Yo, gracias a Dios, no recibo insultos en Twitter (salvo cuando me burlo de los hinchas de Millonarios).
Pero ante trinos en los que critican mi trabajo, e incluso a veces atacan con cierta vehemencia, trato de generar espacios de discusión. Puedo decir que en el 100 por ciento de las veces, he logrado 'darle la vuelta' a la situación y lograr valiosos consensos, puntos de vista críticos que me ayudan a entender mejor muchas cosas. En otras ocasiones, al menos quedamos en claro con el crítico que no vamos a llegar a consenso alguno, pero que es respetable eso. Vale decir que recibir críticas es algo jarto. A mi me descontrola y reconozco que molesta. 
Claramente, Vladimir con más de 150.000 seguidores debe recibir cientos de menciones al día y ponerse en el plan de contestarlas todas no es algo factible. Pero creo que dedicarse a bloquear todo aquello que no te alaba, o te adula, es un error y debe exigir una gran cantidad de tiempo también.
Eso lo pude notar con los comentarios de algunos de mis seguidores en Twitter al preguntarles si habían sido bloqueados por Vladdo, duda en la que expuse mi trino por el cual fui 'silenciado' por Vladimir: no me gustó su programa. Y triné eso, con algo de humor (creo). Pero el resto de sus trinos, críticas políticas y caricaturas, me parecen geniales en su mayoría.
La mayoría de los bloqueados por Vladimir coincidieron en afirmar que "es una persona a la que no le gusta la crítica". Otra mas se dio cuenta que estaba bloqueada sin saber por qué.
No sé si esto le importe a Vladdo. Yo lo 'vi' blandirse contra sus acosadores vulgares (otro error); también lo vi discutir con argumentos frente a críticos, todo esto en su primera etapa como tuitero. Tal vez eso fue lo que precisamente lo desesperó.
Ojalá algún día intentara debatir con alguno de esos trinos que no alaban. Dedicar algunos de esos minutos que debe invertir al día bloqueando, a hacer un experimento. ¿Tal vez contestar con un chiste? ¿Invitar al crítico a darle una mejor opción o ideas para su programa? ¿Qué tal leer trinos críticos o burlones en contra del programa al aire y contestarles con acidez y burla? ¡Sería un hit esa sección!


jueves, 14 de junio de 2012

Encuentro cercano con el nuevo Macbook Pro con Retina Display

Aprovechando un viaje que hice con los amigos de Cisco a San Diego, y del cual también traje buena información para otro post, visité una Mac Store con la única intención de ver y tocar el nuevo juguete de Apple, el Macbook Pro con Retina Display.
No hay mucho que decir: es un tremendo juguete. Delgado, la pantalla increíble y por dentro armado hasta los dientes. El de mayor gama posee un Core i7 de la tercera generación, 16 GB de RAM y 768 GB de disco duro, SSD, que si no me equivoco debe ser el de mayor capacidad en esta tecnología en un equipo comercial.
Acá un video que hice para mi trabajo con la experiencia:
















Apenas llegue al país, espero tenerlo mas tiempo para hacer un review más profundo.

lunes, 28 de mayo de 2012

Merlano somos todos...

Es difícil de explicar. Ver la marejada de indignación que despertó el caso del senador Merlano, ese señor que espetó el famoso ¿"acaso usted no sabe quién soy yo?" a un grupo de agentes de Policía en un retén, apelando a su condición de HP (honorable parlamentario) y de una cantidad de votantes que, claramente por efectos del alcohol, infló para intimidar mejor a la autoridad, termina por dejar en claro que, en definitiva, Merlano somos todos y cada uno de los colombianos. 
Tan colombiano como la arepa, el aguardiente, la lechona, el mote de queso, el sancocho y el tamal en todas sus variedades, es esa actitud de querer ser 'mas vivo' y lograr rutas más expeditas a las legalmente establecidas. 
O, ¿acaso usted no ha usado sus influencias y 'contactos', por pequeños y sencillos que estos sean, para obtener algún beneficio extra o trato especial? Haga memoria. El exnovio de una amiga que trabaja en un restaurante y lo deja entrar sin reserva y le consigue mesa; el familiar o amigo médico al que siempre acude cuando requiere de una atención personalizada, saltándose las citas de otros pacientes; el 'contacto' que trabaja en una entidad pública y siempre le ha ayudado a saltarse el debido proceso, "porque ese man sí sabe cómo es la vuelta". 
Todos y cada uno de nosotros hemos vivido estas y ciento de situaciones similares. Es más, 'enseñadas' por nuestros padres o abuelos: "mijo, yo hablo con el vecino, que trabaja en la alcaldía, para que le saquen ese permiso más rápido" - "Eso hablemos con estelita, mi amiga dueña del jardín infantil, para que le reciban ya mismo a la niña sin tanto papeleo". 
Caricatura de Matador publicada en EL TIEMPO el 23 de mayo de 2012
Así es, somos una cultura 'Merlaniana'. Un país amante de lo fácil, lo expedito, que disfruta tanto los goles de la selección Colombia, como el logro de haberse ahorrado dinero y tiempo buscándole el quiebre al establecimiento. 
Tranquilo. Tranquila. No lo estoy comparando por nivel de corrupción, sino por estado consciente de su 'Merlanidez'. Con seguridad usted no será capaz de robar, cobrar una vida o dejar a toda una ciudad capital sin desarrollo socioeconómico por su 'Merlanidez'. Digamos que esos son 'Merlanos Nivel 10 cinturón negro, tercer dan'. Sumercé y yo somos 'Merlanos Basic Edition'. 
Claramente, el llamado 'sistema' alimenta esto. La corrupción rampante, la injusticia y la pereza, hace que quien no tenga 'amigos', no obtenga respuestas y soluciones a sus problemas cotidianos. ¿Esta cultura Merlaniana nos obliga a ser así? No sé, es complicado aceptar dicho precepto. 
Como siempre, opinar está completamente permitido y será respetado. Gracias por leer y me desconecto, pues debo llamar a un 'contacto' que tengo en mi operador para que me arregle un problema con mi factura.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Día mundial de Internet... recuerdo que...

En 1997 comencé a trabajar y fue en una empresa de Internet. Estaba estudiando aún y un gran amigo mio, José Alejandro Gónzález (hoy en revista Dinero), a quien por cosas del destino en esos años seguí sus pasos en su ruta laboral, me llevó a una empresa, pequeña, pero del 'Grupo Santodomingo', que incursionaba en algo llamado Internet, con algo todavía más complicado de entender: "El primer portal de noticias en línea de Colombia: LatinoNet (foto)".
Así es, a un puñado de locos de la época, o visionarios según se mire, se les ocurrió crear un portal de noticias colombianas en Internet, con todos los juguetes, en un país en donde la penetración de Internet y computadores era de reírse.
Allí funcionábamos como medio de comunicación: teníamos un jefe de redacción (Javier Bojacá, hoy en Caracol TV) y periodistas por fuente o sección (allí la vida me cruzó con el gran José Ángel Báez, hoy en Semana). Yo me encargaba de salud, ciencia, tecnología y a veces de cultura.

Así era LatinoNet en 1997. Fue mi primer trabajo, preciso en Internet... de ahí viene el raye con lo digital.

Además del ejercicio periodístico normal de buscar fuentes, contrastar, escribir, etc., nos tocaba editar nuestras propias plantillas, cosa que se lograba exclusivamente a través de código HTML. Así es, si queríamos cambiarle el tamaño a un título, o ponerle color a un intertítulo, meter una foto con un tamaño y ubicación específicos dentro del texto, la única manera de hacerlo era modificando el código fuente de la página.
Claro, desarrollamos un ojo de águila para identificar las líneas del código, cuál era cuál, los códigos de los colores, puntajes de textos y elementos, etc. La relación con "los de sistemas" era muy cercana. Recuerdo con especial emoción cuando "el paisa" (eran dos, locos ambos) hizo un videochat con un amigo en puerto rico. Imagen pésima, sonido inentendible, pero todo un milagro en 1997.
Recuerdo también que ver multimedia en línea era una pesadilla y que el Comic Chat era la locura, una forma divertida para entrar a husmear en las salas de IRC estilo "Solteras bogotanas" y cosas así.
En estos días de celebración del día mundial de Internet, no me queda más que recordar con nostalgia esa época tan bonita y enriquecedora de mi vida. Gracias a Dios, y muchos de ustedes también lo pueden decir, he sido testigo de la llegada, evolución, tropiezos y consolidación de Internet en Colombia y el mundo, un cambio del que muchos siglos después se escribirán tratados, libros de historia y análisis, como el momento en que nuestra humanidad cambió para siempre.



viernes, 3 de febrero de 2012

La ley del embudo

He estado en las dos orillas: la del periodismo y la de la relaciones públicas. Por eso, me tomo el atrevimiento de escribir este cortico post de queja (como el 90% de mis entradas en este blog, sepan ustedes disculparme).
Nunca entenderé a las empresas (fuentes de información) que tienen esa maldita política de la ley del embudo. Cuando tienen mensajes para dar, comunicados de sus productos y promociones, no sólo se ofrecen y nos buscan con especial ahínco, sino que además llaman al jefe, de mi jefe, de mi jefe, para vincularlos también en sus 'noticias', armando almuerzos, citas urgentes y reuniones 'de acercamiento'.
Pero, cuando es uno el que requiere de ellos, de su posición frente a un tema, cifras y datos para una nota, NUNCA aparecen o, en el mejor de los casos, salen con el típico "es que tu sabes cómo es acá el proceso para atender a los medios".
Claro que sé cómo es el proceso! Mezquino y utilitario! ¿Creen que no lo notamos acaso? Las pobres personas que tienen en sus departamentos de comunicaciones muchas veces no tienen la culpa. He terminado por concluir que los tienen es para eso, precisamente.
Las agencias de relaciones públicas, tampoco. O al menos no el pobre ejecutivo junior que sale a poner la cara por "la compañía líder en...".
Debo admitir que no son todas las empresas las que tienen tan bella costumbre. Hay profesionales serios al frente de las oficinas de relacionamiento de la mayoría de operadores y multinacionales que hacen valer su cargo y siempre cooperan con los medios, buscando datos, consiguiendo un vocero, haciendo algo!
A esas empresas que practican la ley del embudo: esto no se trata del periodista o del medio que les pide información. Se trata de la audiencia a la que llega dicho medio. El irrespeto y la burla les cae a ellos, que con seguridad son clientes de ustedes, y que tampoco son tontos y entenderán que su ausencia se debe a un claro interés de no 'dar la cara', de no opinar en temas en los que deberían hacerlo.
Esconderse o atender los consejos de 'estrategas' de comunicación (y de coctel) que pregonan el "no le salgamos a ese medio", es el más tonto de los movimientos.
Nos vemos en el próximo 'anuncio importantísimo', amigos.

miércoles, 25 de enero de 2012

Entreguémonos... no tenemos otra opción

¿Que si Google lee nuestros correos, sabe qué palabras buscamos, analiza las ciudades que exploramos en sus mapas, las citas que tenemos en Calendar, lo que escribimos en Docs, etcétera, etcétera? Sí. Hace rato. ¿Y?
¿De dónde el escándalo? Legalmente ellos y los cientos de servicios populares de correo, búsquedas, redes sociales, videos, discos duros virtuales, conversores y demás plataformas que disfrutamos gratuitamente, nos lo dijeron que lo harían, y bien claro, en el contrato de términos de uso y servicio cuando abrimos la cuenta o perfil. Que no los leyéramos no es su problema. Es nuestro, en verdad.
Es más, ese espionaje y violencia contra nuestra identidad y privacidad es su gasolina. ¿Cómo creen que hace Google, por ejemplo, para poner su pauta en todos sus servicios, si no es sabiendo con exactitud quiénes somos, qué hacemos y qué nos gusta? Así vendieron casi 38.000 millones de dólares el año pasado en publicidad y, de paso, pagaron las miles de granjas de servidores que tienen en todo el mundo  para 'regalarnos' varias gigas de espacio en el correo, mapas interactivos de nuestras ciudades, un paquete de oficina en línea, un sistema operativo de celular y más de 500 mil aplicaciones compatibles... entre cientos de cosas que nos dan. Y lo mismo hacen todos los demás.
¿Creyeron que todo eso y más en verdad era gratis? No. Por eso mi propuesta es que nos entreguemos. Hacer alharaca y llanto por la evidente manera como nos tienen detallados, cruzados de información y quién sabe qué mas cosas harán con nuestros datos, es una verdadera estupidez. Ellos propusieron el modelo, nosotros aceptamos. ¿Entonces?

A mi me gusta mi Gmail, así me ponga avisos de golf, cuando ayer estuve viendo en Youtube videos sobre cómo mejorar el golpe largo con el drive. No podría vivir sin Twitter, así ellos entreguen mis datos al Departamento de Estado o a las entidades de Seguridad en EE. UU. por temas de "seguridad nacional". Facebook es una herramienta chévere para mi, pese a que todo lo que he subido, mis fotos, videos, textos, enlaces, comentarios, chats, sea guardado y escudriñado al milímetro para ver qué publicidad me ponen o qué de ello es potencialmente vendible a terceros.
Y no hablemos de los móviles. Allí sí que están peor las cosas. No sólo pueden saber en dónde estamos, gracias al GPS, sino además qué chateamos, escribimos, en fin, hasta qué teclas presionamos al día.
No hay otra opción, sino entregarnos. En términos básicos, somos una quinceañera que se dejó convencer con la galantería y los regalos, a la que ya le metieron la mano bajo la blusa y le desabotonaron el brasier. Nos toca aguantarnos, tratar de que las manos no lleguen más allá de lo permitido, que tampoco se pasen, pero no hay más opción, pues ese 'pulpo' a la larga nos gusta, nos sirve.
Me pareció valiente lo de Google de estos días, al anunciar que sí, que efectivamente se dedicará, de frente y a la luz a recolectar la info de sus usuarios, de todos sus servicios, para cruzarla inteligentemente y vender mejor. Se vendrán demandas, sí. Pero de una vez salen de ese problemita. Además con el lapidario "si le gusta, bien, si no, chao". Y también tienen razón al decir que lo hacen "para mejorar la experiencia del usuario a la hora de interactuar con los Google services".
Cuando me entró el impulso de escribir este post (espero que hasta allá, hasta mi mente, no lleguen a husmear -baja la mano, tontito! diría la quinceañera), tan sólo medio digité las tres primeras letras de la dirección de mi blog, hábilmente guardado en las cookies de mi Chrome, di clic, y listo, derechito al editor de entradas... eso es facilidad.
Por que yo ya me entregué, cedí mi identidad e información personal, a cambio de esa comodidad, de esa libertad... y usted, ¿cuándo se va a entregar?

Opinar con respeto, en este blog, no cuesta! Gracias por leer!

domingo, 22 de enero de 2012

La importancia del preámbulo y 'el antes'


No, no voy a bloguear sobre sexo. Para ese tema existen blogs muy interesantes y serios. Sin embargo el título de esta entrada sí pretende plantear una analogía entre el arte del amor y el 'arte' de diseñar una estrategia de Social Media: el preámbulo.

Pocas veces, las personas o empresas que se dedican a diseñar campañas digitales hacen un buen trabajo previo antes de 'introducir' a sus clientes de inmediato, y sin mucha preparación, en actividades en redes sociales.



Antes que el cliente lo entienda, apropie a su realidad y modelo de negocio, e incluso que se prepare, termina 'desnudo' en medio de una campaña desordenada, que no sigue el camino esperado y que termina en una frustrante experiencia para todos.

Son varios los aspectos que personalmente siempre trato de poner sobre la mesa antes de comenzar incluso a pensar en tecnologías, conceptos gráficos o canales 2.0. Esos, para mi, son aspectos que se deben analizar sólo al final como parte del resultado de un proceso previo de análisis y estudio sesudo de cada caso.

Así, como en el sexo, nos sintamos expertos 'preambuladores' a la hora de pensar en estrategias de social media, me gustaría que revisáramos entre todos la validez de estos puntos:

1. El objetivo del cliente vs. la realidad global. Muchas veces los clientes buscan una consultoría en digital para un tema puntual, específico: el lanzamiento de un producto, como complemento de una actividad de BTL o de marketing, etc. Esto, aunque normal, no debe ser la única cara que debemos analizar. Si un cliente viene a ustedes con un 'afán' de estos, "porque es que tenemos que tener redes sociales en esta campaña", debe quedarle en claro que en el 2.0 las cosas no son así. Es muy común que los genios que normalmente ocupan el cargo de gerencia de mercadeo en el cliente, crean que, al igual que en la publicidad, el BTL o cualquier cosa de esas, en social media es posible activar, sostener y apagar una campaña. Así no es. Esto es como la mafia: una vez se entra, no se sale. Crear contenido, marca, en social media, es crear comunidad, fidelidad, sentidos, apego, es "humanizar tus valores de marca", un tesoro que se parece más a una planta, que debe cultivarse, abonarse y, en el momento preciso, cosecharse, en repetidas ocasiones, acrecentando el valor de la comunidad.
Por supuesto que existen maneras de crear actividades puntuales y fintas, pero la norma en el 2.0 es que las cosas deben sostenerse, alimentarse y evolucionar. Ese debería ser el objetivo siempre.

2. Crisis y escenarios de riesgo. ¿Hay alguna agencia o 'social media expert' en Colombia que contemple escenarios de crisis posible, con su apropiada ruta de manejo y control, en sus maravillosas campañas que proponen en pomposos power points a los clientes? Escuchen la respuesta: NO EXISTEN. O por lo menos no conozco la primera o el primero. A todos ellos, gracias! Su descuido sirve (nos sirve) a muchos para hacer negocio. Sigan así, porfa. 

3. El canal adecuado. Es otra de las realidades de nuestro mercado. Existe una suerte de totalitarismo que se deduce de la 'especialización' que algunas agencias o 'social media expert' venden a sus clientes. Sólo Twitter o Facebook... "es que son las redes más populares", diría alguien... sí, claro, pero por encima de eso, lo verdaderamente popular es la percepción del mercado objetivo en torno a los valores de marca, y cómo ese factor juega a favor o en contra de mis objetivos de comunicación e influencia en el marco global de la campaña. ¿Acaso creen que social media sólo se hace en canales digitales? ¿Puede un concepto de marca convertirse en una aplicación móvil, por citar un ejemplo? ¿Existe un influenciador primario más eficiente sobre mi mercado objetivo, que una red social masiva y popular? Bello preguntarse esto, con el cliente, para hallar vehículos más adecuados.

4. Los infuenciadores y/o dinamizadores. Palabreja rara, de masivo uso, pero de poco, muy poco, análisis por parte de clientes y asesores (llámese agencia o 'social media expert'). Optar por un tercero externo que tenga reputación especifica, vertical, especializada, con el objetivo de convertirlo en dinamizador de una campaña es algo perfectamente correcto y hasta lógico. Pero, casos se han visto. ¿Un famoso o celebridad es útil, sólo por su imagen o cantidad de seguidores? ¿Un no-famoso/celebridad, aplica sólo por tener una amplia base de seguidores? ¿Cómo impacta la parte negativa/opuesta de la imagen en social media de ese dinamizador? Cuando elegimos un dinamizador preciso, ¿le pedimos sólo emitir contenido, o generar conversación en torno al mismo? Todavía recuerdo el caso de Vladdo,  influyente caricaturista, que se muestra como contestatario y revolucionario, y quien fuera elegido por Mercedes Benz para una gran campaña, incluidas las redes sociales, en donde la gente literalmente lo apabulló por el desencuentro entre la imagen suya y la de los autos. ¿Qué pensaba el sr de la agencia al que se le ocurrió que la marca Vladdo pegaba bien con Mercedes Benz? Ninguno de los dos tiene la culpa de ser como ser, tanto Vladdo como Mercedes son influyentes en nichos específicos, pero claramente distintos y para nada acordes. A eso me refiero.

5. Medítelo... del verbo (antioqueño) medir. ¿Cómo medimos el éxito/fracaso? En este punto es en donde tal vez las agencias y 'social media expert' tienen mayor divergencia con el cliente. Si el cliente al frente se contenta con un excel lleno de cifras sobre clics, page view, likes, followers y comments, entonces fresco, no siga leyendo, la tiene de 'papayita' porque lograr eso en social media es lo más sencillo. Hasta con ayudas 'non-sanctas' se puede.
Ahora bien, si al momento del preámbulo el sujeto de la campaña habla de influencia, impacto de marca, posicionamiento, cambio de percepción frente a la competencia, en fin, 'brand awareness', ahí la cosa se pone más compleja, pero para mi gusto, de mayor reto y crecimiento para todos los vinculados.



Unas pocas palabras y puntos de discusión de los que sería interesante discutir entre todos, para adicionar los que ustedes crean y compartir experiencia. Recuerden: como no hay expertos en esto, nos toca crear conocimiento entre todos. Gracias por leer!