martes, 6 de julio de 2010

Steve, quédate con tu funda

La noticia de la semana pasada en materia de tecnología era, sin duda, la respuesta de Apple ante el fallo de recepción en la antena del iPhone 4G. Los fanáticos de dicho teléfono estaban ansiosos por saber de qué forma la compañía se encargaría de resolver el problema.

No obstante, muy a su estilo, el presidente de la gran compañía dejó atónitos a todos con su pasmosa solución: un forro de cuero, que aislará el toque de la mano en la 'zona débil que tiene el iPhone 4' y mantendrá correcta la señal.

Me considero un seguidor asiduo de los buenos productos Apple. Fui usuario de Mac Classic en su momento y mi primer PC 'en serio' fue un Apple Performa, precursor y pionero de lo que hoy conocemos como los 'todo en uno'. He tenido varios iMac hasta hoy día, desde el que blogueo, un iMac de 24 pulgadas que considero como 'el papá' de todas mis posesiones tecnológicas.

Claro, poseo iPod Classic y considero que apenas el iPod Touch llegue a una capacidad similar (decente) de almacenamiento a la que tengo hoy día, sin duda tendré uno.

Pero en el caso del iPhone, me considero especialmente crítico. Se que no siempre los mejores productos son los que logran éxito comercial. Por ello, contra las cifras de ventas del teléfono de la manzana no hay nada que decir, ni contra su gran aporte a la democratización de la música (pese a que se logró al "si no le gusta, de malas" que Jobs le impone a la disqueras para poder figurar en el iTunes Store).

Realmente el iPhone como concepto, ya tiene un avatar fijo en el muro de la mitología tecnológica. No obstante, desde el punto de vista tecnológico, debe ser pintado bien abajo, muy lejos de otros modelos de empresas que, a pesar no tener una gran efectividad comercial y de mercadeo, son mucho más máquinas que el iPhone.

Así como la 'magia' del Blackberry se reduce a su fastidioso chat (¿sabían los de BB que pagan por un chat?), la del iPhone se concentra en dos apartados: su fantástica pantalla multitoque y la opción de las aplicaciones (muchas) que se pueden descargar de la tienda.

Se también que la experiencia de navegación (pese a no tener flash) es pasmosa.

De resto, en mi humilde concepto, el iPhone no es más. De hecho, le falta mucho para llegar a ser un buen teléfono. Sin ir mas lejos: el bluetooth es de adorno (no permite intercambiar canciones, fotos, videos, etc., con otros teléfonos o PC); no tiene radio FM; la cámara produce ternura; su puerto de datos es propietario (no es un estándar); y su precio, o mejor, su costo total de propiedad (suma total de dinero que se paga por el aparato y el contrato) es muy elevado.

Lo de la pantalla, otras marcas ya están llegando a un muy buen punto. En lo referente a aplicaciones, puedo vaticinar que el Android Market dentro de poco hará parecer a la iTunes Store como una botica de barrio.

Claro, muchas de las cosas negativas que tiene el iPhone se podrán corregir con aplicaciones gratuitas o pagas. Incluso algunas de ellas ya están corregidas o mejoradas en el iPhone 4G, pero, ¿ese es el derecho de las cosas? ¿Por qué lanzar un producto limitado, al que se le van agregando las funciones, de a poco, versión tras versión, para obligar a los usuarios a pagar por cada lanzamiento? ¿Qué pasa con esos que pagaron por un iPhone 3G o 3Gs y que ahora no pueden disfrutar de varias ventajas de la versión 4G por limitaciones de hardware?

Y hablando de limitaciones de hardware, y volviendo al tema de este post, lo de la antena es un ejemplo de ello. Dice el señor Jobs que no son muchas las denuncias, como dijeron algunos medios en sus artículos de "mierda", o en la "basura" y "mentiras" que acostumbran a escribir, las que se han recibido de los usuarios al respecto.

En contravía con esto, las demandas no se han hecho esperar, ni las malas calificaciones de empresas como Consumer Report, que aconsejan directamente no comprar el dispositivo ante el evidente fallo.

Responder atacando y señalando a otras empresas, diciendo que Nokia, Blackberry, HTC o Motorola también tienen ese mismo problema, pero que lo esconden y que Apple "sí pondrá la cara" es algo que raya en lo estúpido.
Ahora, afirmar que un forro en cuero y que una actualización para corregir el gif animado que muestra la potencia de la señal es una solución perfecta, y que eso es "pensar en nuestros usuarios", ya se pasa al campo de la grosería.

El propio servicio de Apple Care dice que tal actualización no servirá de nada para arreglar el problema. Y no hacía falta que lo dijeran, pues se cae de su peso.

Aunque mi sensatez me dice que sobra, quiero de todas maneras advertir que no estoy atacando a los usuarios de iPhone. Tengo muchos amigos que poseen uno y hablan maravillas del aparatico, aunque saben, muy en el fondo, de sus limitaciones, las cuales compensan con el amor y pasión que tienen con la marca. Y eso no está mal, de hecho, según Fortune, el 77% de las ventas de iPhone 4G es de personas que quieren cambiar su viejo iPhone.

Esos amigos, con los que he hablado, saben que en esto de la antena del 4G, a Apple se le fue la mano. Hace falta creerse y sentirse demasiado 'agrandado' para salir con lo que salió Apple.

Ojalá el mercado le dé un merecido 'castigo' a Apple esta vez y los usuarios de la marca no compren o devuelvan el 4G y se esperen a que la empresa, por presión de la gente, fabrique un nuevo modelo, corregido, y le puedan decir en coro a Steve: "quédate con tu funda".