viernes, 22 de junio de 2012

Memorización: ¿enemigo natural de la globalización?


La sobreoferta de información hace compleja la creación de conocimiento.

José Carlos García R.

Es un hecho. En la era de la información y la multiplicidad de fuentes y medios, establecidos y sociales, la humanidad cada vez se sume en un escenario en donde la replicación de datos superpone a la creación intelectual.
Según un análisis de los expertos en fenómenos antropológicos de la comunicación, José Miguel Pereira, Director de la Maestría en Comunicación y coordina académicamente la Cátedra UNESCO de Comunicación; y Mirla Villadiego Prins, investigadora del departamento del Comunicación de la Universidad Javeriana, “vivimos un modelo educativo que privilegia la reproducción memorística por encima de la apropiación creativa del conocimiento”.
Ambos investigadores hacen alusión a la herencia del modelo educativo que, por siglos, nos ha llevado al aprendizaje por repetición. De hecho, como plantean en el libro ‘Comunicación, Cultura y Globalización’, los estudiantes presentan problemas para interpretar, contrastar y concluir, por lo que “en muchas oportunidades piden volver a las prácticas tradicionales” de medición por conocimiento memorístico.

El impacto de los medios sociales

En ese escenario, la globalización, apalancada en la explosión de información de los nuevos medios digitales y sociales, ha terminado por profundizar este fenómeno, generando en las audiencias una mayor lejanía e incapacidad a la hora de contextualizar y aprehender conocimiento.
Tal ambiente globalizado exige, por el contrario, precisamente de competencias de comprensión de los datos, pues “en la globalización se requiere de seres menos consumidores y más productores”, afirman los expertos.
La capacidad de comprender la realidad del entorno de manera contextualizada es la que permite la construcción analítica de conocimiento. De otra manera, el consumo pasivo de datos nos lleva a la incapacidad de diferenciar realidades propias, por encima incluso de información exógena irrelevante para la construcción de conocimiento local.
En tal escenario, la capacidad de contextualización se desdibuja desde la perspectiva localizada por una globalizada. 


miércoles, 20 de junio de 2012

El estilo Vladdo de hacer 'social media'...

Vladdo es un man pilo. La acidez y 'fino humor' de sus caricaturas son reflejo de una inteligencia y olfato especiales.
Sin embargo, su sentido de lo que es 'hacer social media' no es tan afortunado. Lastimosamente, Vladimir es una de esas personas que al menor comentario o trino contrario, crítico o burlón, decide bloquear al remitente.
¿Que eso es válido y si se le da la real gana hacerlo no hay por qué criticarlo? Cierto. Este señor fue víctima de lo que conocemos como 'matoneo' digital. Groserías, insultos y hasta amenazas lo agobiaron el año pasado hasta hacerlo cerrar por un tiempo su cuenta de Twitter. 
Hasta en El Tiempo, ese medio contra el cual destila bastante odio Vladimir (siendo que allí trabajó por varios años y del cual salió, dice él, por "censura") publicó la noticia de su decisión.
Sin embargo, en mi humilde opinión, me parece raro, por usar una palabra aproximada, que una persona que se dedica a la crítica ácida, burlona y humorística, propias del género de la caricatura política, se moleste por aquello que precisamente hace tan bien.
Las menciones estarán siempre ligadas al tipo de contenido que compartes. Y si hablas de política, violencia, partidismo, expresidentes, etc., pues claramente tendrás que 'socializar' con personas que también tienen una opinión al respecto.
Coincido con las palabras de Vladdo cuando cerró su cuenta: "Ya no se podía discutir con decencia. Cuando se pasa a las amenazas, a la intimidación, al insulto y a palabras de mayor calibre, ya no tiene sentido". En esos escenarios, yo también bloqueo.
Pero, ante una crítica decente, una observación de su trabajo, Vladimir opta por lo mismo, bloquear.
Yo, gracias a Dios, no recibo insultos en Twitter (salvo cuando me burlo de los hinchas de Millonarios).
Pero ante trinos en los que critican mi trabajo, e incluso a veces atacan con cierta vehemencia, trato de generar espacios de discusión. Puedo decir que en el 100 por ciento de las veces, he logrado 'darle la vuelta' a la situación y lograr valiosos consensos, puntos de vista críticos que me ayudan a entender mejor muchas cosas. En otras ocasiones, al menos quedamos en claro con el crítico que no vamos a llegar a consenso alguno, pero que es respetable eso. Vale decir que recibir críticas es algo jarto. A mi me descontrola y reconozco que molesta. 
Claramente, Vladimir con más de 150.000 seguidores debe recibir cientos de menciones al día y ponerse en el plan de contestarlas todas no es algo factible. Pero creo que dedicarse a bloquear todo aquello que no te alaba, o te adula, es un error y debe exigir una gran cantidad de tiempo también.
Eso lo pude notar con los comentarios de algunos de mis seguidores en Twitter al preguntarles si habían sido bloqueados por Vladdo, duda en la que expuse mi trino por el cual fui 'silenciado' por Vladimir: no me gustó su programa. Y triné eso, con algo de humor (creo). Pero el resto de sus trinos, críticas políticas y caricaturas, me parecen geniales en su mayoría.
La mayoría de los bloqueados por Vladimir coincidieron en afirmar que "es una persona a la que no le gusta la crítica". Otra mas se dio cuenta que estaba bloqueada sin saber por qué.
No sé si esto le importe a Vladdo. Yo lo 'vi' blandirse contra sus acosadores vulgares (otro error); también lo vi discutir con argumentos frente a críticos, todo esto en su primera etapa como tuitero. Tal vez eso fue lo que precisamente lo desesperó.
Ojalá algún día intentara debatir con alguno de esos trinos que no alaban. Dedicar algunos de esos minutos que debe invertir al día bloqueando, a hacer un experimento. ¿Tal vez contestar con un chiste? ¿Invitar al crítico a darle una mejor opción o ideas para su programa? ¿Qué tal leer trinos críticos o burlones en contra del programa al aire y contestarles con acidez y burla? ¡Sería un hit esa sección!


jueves, 14 de junio de 2012

Encuentro cercano con el nuevo Macbook Pro con Retina Display

Aprovechando un viaje que hice con los amigos de Cisco a San Diego, y del cual también traje buena información para otro post, visité una Mac Store con la única intención de ver y tocar el nuevo juguete de Apple, el Macbook Pro con Retina Display.
No hay mucho que decir: es un tremendo juguete. Delgado, la pantalla increíble y por dentro armado hasta los dientes. El de mayor gama posee un Core i7 de la tercera generación, 16 GB de RAM y 768 GB de disco duro, SSD, que si no me equivoco debe ser el de mayor capacidad en esta tecnología en un equipo comercial.
Acá un video que hice para mi trabajo con la experiencia:
















Apenas llegue al país, espero tenerlo mas tiempo para hacer un review más profundo.