jueves, 29 de abril de 2010

¿Puede un periodista ser un buen profesional de relaciones públicas?


A lo largo del desarrollo profesional, la vida se encarga de poner y quitar oportunidades. En mi caso particular, puedo decir que he vivido un camino lleno de muchas rosas, con pocas espinas. He podido trabajar no sólo en los medios y casas editoriales más importantes de este país, sino que además he logrado forjar grandes amistades.

En ese trasegar, la vida ahora me trajo al denominado 'lado oscuro', es decir, al de las relaciones públicas (PR). Los colegas que me leen, con los que compartí en medios de comunicación, tendrán la misma percepción de 'este lado' que yo tenía cuando estaba 'allá': muchos eventos, rumbas, viajes, cocteles, mujeres bonitas, trabajo suave y un grandioso salario.

Lo anterior como la parte sabrosa del tema. Dentro de lo malo, los periodistas tenemos en mente que nuestros COLEGAS (primer muro: sí, tan periodistas como usted o yo) de las relaciones públicas no saben de los temas que manejan, que son malos redactando, además de tediosos y poco conocedores de las 'buenas maneras' del periodismo y los medios.

Como (ahora) conocedor de ambas orillas, de los bemoles, dulces y dolores de lado y lado, puedo decir que todos estamos equivocados. Ni hacer PR es una delicia paradisíaca con la cuenta bancaria a reventar, ni hacer periodismo es pararse bajo el dintel del Olimpo y el poder ilimitado.

Hacer periodismo, para un medio de comunicación, requiere de un alto esfuerzo por mantener en un mismo bote a la ética, la responsabilidad social, el interés y la utilidad del contenido, además (ojalá) del éxito comercial del producto. La creatividad y rigurosidad se deben combinar a diario.

En las relaciones públicas, es necesario invertir mucho en creatividad y estrategia; en sicología del cliente (ay Dios!); en resistencia física para aguantar los incesantes requerimientos diarios de todos los colores y sabores, tanto de medios como de los clientes, entre otras cosas.

Puedo confirmar que mientras en periodismo el día arranca a 30 por hora, eleva su velocidad a medida que pasa el día, vuelve y la baja unas horas y se eleva a su máximo tope en los momentos de 'cierre', en PR el carro es como un Alfa Romeo (valga la cuña para uno de nuestros clientes): de 0 a 150 Kmph en 10 segundos y de ahí no baja hasta bien entrada la noche.

Otra de las grandes diferencias que he notado está en la metodología. El 'proceso de negocio' más elaborado que uno ejecuta como periodista se basa en la búsqueda, selección y producción de los temas (notas, artículos, etc).

En PR, todo es un método. Procesos, metodologías, planeaciones, calendarios, proyectos, en fin, todo debe obedecer a una metodología, a una estrategia. Aunque suena paradójico, la creatividad es la reina aquí, pero dentro de un excel o un PPT. Y funciona muy bien!

Recuerdo a uno de mis jefes más queridos en periodismo que siempre que regresaba de vacaciones encendía su PC, iniciaba su Outlook, seleccionaba los miles de correos sin leer que llegaron durante su ausencia y los borraba todos. Sin asco. A diario, como periodistas, pasamos por encima de cientos de correos (muchos de ellos enviados por los colegas de PR), sin siquiera verlos.

En una agencia de relaciones públicas el 98% de los correos deben ser leídos y debidamente respondidos. Es más, no hacerlo puede convertirse en cuestión de minutos en un problema de dimensiones inimaginables.

Respecto a la polémica sobre en qué lado los colegas tienen 'más conocimiento', no quiero ahondar. Acá en PR he conocido colegas que saben mucho de distintos temas. Personas con una gran mística y entrega, de las cuales aprendo a diario de su disciplina profesional. Claro, al igual que en el periodismo, la mediocridad se nota (creería que mucho más) en 'este lado'.

Otro aspecto que me ha sorprendido es el tema del trabajo en equipo. En periodismo existe un tufillo latente de celo entre colegas, de poca colaboración. En PR, por el contrario, tú eres tu equipo. A diario se vive en una coreografía laboral, en la que si alguien se equivoca, el trabajo de todos se va al piso. En periodismo si alguien la embarra, "pobrecito ese man".

No quiero sentar cátedra de nada. Amo y amaré por siempre mi oficio, al periodismo. No se qué me depare la vida. En todos los medios que trabajé dejé una huella (un estilo, secciones, tipos de contenido, nombres de productos, formas de hacer las cosas) y gracias a Dios eso me sirvió para labrarme un nombre. Ahora, en PR, no espero lograr menos que ello.

Jugué muchos años a la figura, de sable láser azul, quejetas, sabelotodo, consentido. Ahora empuño un sable rojo. El lado oscuro fluye en mi. Y me gusta...


7 comentarios:

  1. Me gustan este tipo de post más personales. Reflexivos. Muy interesante conocer alg más de ese mundo las relacionespúblicas empresariales, que uno ve de lejos y critica a veces

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  2. José Carlos, me encanta que esté pasando por esta etapa de reflexión sobre el cambio de lado en el uso del escritorio y de los medios. Después de 8 años de haber dado el mismo salto, que ahora espero revertir, le puedo decir que el respeto y credibilidad de mis colegas "de los medios" se lo debo a dos cosas básicas: 1. Nunca he dejado de ser reportero, de pensar y actuar como tal. Eso hace que entienda las necesidades y urgencias de mis colegas. 2. Cada que puedo les recuerdo que yo, en donde quiera que esté, sólo soy una fuente más. Un pedazo de la verdad. Que no esperen que hable mal de mis jefes o ande por ahí revelando secretos, contando chismes y denunciado entuertos.
    Esas dos reglas simples me han permitido seguir vigente en los medios. Otra preocupación que, por lo que leo, aún no lo asalta, pero que le llegara tarde o temprano.

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  3. Gracias Mauricio por tu comentario... tendré en cuenta la recomendación de tener post personales y reflexivos...

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  4. Si los dices tú, Ricardo, con tu experiencia y profesionalismo, esperaré ese momento cuando me llegue. Un abrazo!

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  5. algunos meses después, disfruto de este buen artículo, ,e encantaría que fuera un correo directo dirigido a muchos de nuestros colegas que admiro pero que algunas veces dan ganas.... Feliz día

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  6. Muy chevere su visión del tema don chepe y la forma en que lo describe. simple y sin tecnisismos. Ojala lo disfrute y haga cosas tan buenas como las que hacía del otro lado

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  7. Acaba de llegar este artículo a mis manos y me encantó, es más lo voy a compartir en mi FB. Yo también estuve en la otra orilla, y modestamente, creo que ejercí el periodismo con pasión, con entrega, con olfato, como creo debe ser. Y desde hace 7 años pasé al otro lado, a regañadientes me tocó, no tuve opción, pero también descubrí muchas cosas, mucha gente interesante y bien preparada, contrario a lo que yo creía. Yo, sigo siendo periodista, lo soy las 24 horas del día, los 365 días del año, tan periodista como los que "hacen noticias" todo el día sentados en frente a un computador en una sala de redacción.

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