miércoles, 24 de febrero de 2010

A través de la 'ventana' se ve venir a una gran 'nube'

El concepto de 'computación en la nube', ese que nos promete de manera sencilla tener aplicaciones y servicios alojados en algún lugar de Internet para ser operados, según se requiera y de manera remota, a través de un navegador, se encuentra en una etapa de despunte real y contundente.

Claramente Google y otras iniciativas gratuitas en su momento como Salesforce.com, han dado los primeros pasos en cuanto a computación en la nube se refiere. Dicho concepto proviene de otro denominado 'grid computing' (uso conjunto de recursos computacionales distribuidos), que empresas como IBM y Oracle introdujeron hacia el 2006 como parte de su estrategia por ofrecer al mercado una mejor manera de aprovechar su infraestructura interna (servidores) de procesamiento y almacenamiento, así estuviese físicamente separada.

Cloud computing es un concepto más amplio, flexible y, si se quiere, filosóficamente más completo. El poder computacional se ajusta y acopla a lo que la aplicación requiere para su culminación, de manera 'inteligente', dinámica y eficiente. Una nube de 'energía computacional', que no se sabe dónde reside, provee el insumo técnico necesario para procesar, operar, almacenar y proteger la información y las aplicaciones.

En este escenario supuestamente no cabían marcas como Microsoft, tradicionalmente atadas a políticas de licenciamiento propias del software comercial.

No obstante, desde la ventana también se ven las nubes...

Escuché hace poco el planteamiento de Microsoft sobre cloud computing, algo que ellos denominan como 'Software mas servicios' (software + services), el cual contempla efectivamente llevar a la dichosa nube todo el potencial del software de Microsoft tanto para empresas como para usuarios, sin importar el dispositivo. Tal y como dictan los 'tratados clásicos' del cloud computing.

No obstante, la estrategia cloud de Microsoft tiene ciertas particularidades. Por ejemplo contempla un modelo de negocio flexible, mixto y que lleva a una empresa a 'pasarse a la nube' de manera estratégica. Es decir, es posible contratar toda una suite de aplicaciones de almacenamiento y procesamiento de datos, de mensajería y colaboración, y de comunicaciones (comunicaciones unificadas, videoconferencia, etc.), por un precio fijo por usuario al mes.

Esto puede suceder 100% en la nube o en una denominada 'nube privada'. En el primer caso, Microsoft aloja, soporta, administra y provee todo el servicio en sus servidores. En el segundo, un tercero (un ETB, Telefónica, etc.), se encarga de hacer lo propio pero desde un centro de datos local, en la ciudad del cliente. En ambos casos, la empresa contrata su servicio con acuerdos de nivel de servicios (Service Level Agreements, SLAs), que le garantizan que, en dado caso de que la infraestructura falle, es Microsoft el que debe pagar al cliente por el fallo.

De otro lado, existen opciones como Windows Azure, una plataforma de desarrollo de aplicaciones para la nube, que eleva el potencial de una empresa por tener el servicio web que requiera, de manera rápida y eficiente. Un sistema operativo completo (Windows), una base de datos (SQL) y un lenguaje de programación, todos en la nube, componen a Windows Azure.

Es tan fuerte la apuesta de Microsoft por su visión cloud, que desde ya es posible probar para una empresa, GRATUITAMENTE, las ventajas de la llamada Business Productivity Online Suite (BPOS). ¿Para qué comprar servidores, software, contratar personal de administración, configuración y soporte, si puede tener toda una plataforma de comunicaciones y gestión por un precio fijo como si fuera el 'recibo de la luz o el agua'?

El usuario final, personas como usted o yo, también estamos contemplados. Pronto llegará Office en la nube, sin contar con varias aplicaciones 2.0 que Microsoft ya tiene en funcionamiento hace mucho rato como Skydrive (un disco duro virtual gratuito de 25 GB) y Protección infantil, una aplicación que sirve para proteger a los niños de los riesgos de Internet. También es gratuita.

Jugadores tradicionales del cloud computing y Microsoft se enfrentarán pronto en el mercado... y todos sabemos qué pasa cuando las nubes se estrellan.

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